El telégrafo eléctrico se inició en España en 1854 y ese mismo año se construyó la primera línea de prueba entre Madrid e Irún para que pudiéramos conectarnos con la línea telegráfica francesa.
El discurso de la reina Isabel II inaugurando las Cortes Constituyentes el 8 de noviembre de 1854 fue el primer telegrama que se envió y pasó nuestras fronteras. El 22 de abril de 1855 se aprobó la Ley para la construcción de una red telegráfica que uniera Madrid con todas las capitales de provincia, departamentos marítimos, y que llegase a las fronteras de Francia y Portugal.
Desde entonces hemos visto los innumerables avances de la telegrafía eléctrica: el sistema múltiple, el telégrafo de Baudot, teleimpresores, huhges, aparatos morse, el Télex… 160 años de historia que nos llevan hasta las actuales formas de comunicarnos mediante la mensajería instantánea: correos electrónicos, chats, whatsapps… pero ¿no implican al fin y al cabo una comunicación escrita mediante un medio de telecomunicación como se hacía hace dos siglos con el telégrafo?
Por todo lo que ha supuesto para el avance de nuestra sociedad el telégrafo eléctrico, recomiendo acudir a la exposición «160 Aniversario de la Telegrafía Eléctrica en España», que tuve la oportunidad de inaugurar el 1 de diciembre junto a Mario Garcés, Subsecretario de Fomento y Javier Cuesta, presidente de Correos.
La exposición se ha organizado con la colaboración del Ministerio de Fomento, la Sociedad Correos y Telégrafos, Hispasat, el Museo Postal y Telegráfico y la Asociación de amigos del Telégrafo de España y es una gran oportunidad para ver cómo hemos avanzado en infraestructuras de comunicación y cómo lo seguimos haciendo porque la necesidad de comunicarnos nunca va a desaparecer.
El reto es atender a demandas para comunicarnos mejor, con más imágenes y más servicios asociados.