Leer por rutina, sin ver el fondo sin compartir la esencia es lo que hacemos permanente. Cada vez menos cartas pero cientos de emails, informes… Lecturas rápidas de redes sociales (que por otra parte me encantan para mi visión caleidoscópica).
Pero LEER, como CONVERSAR, es otra cosa.
En los últimos meses he vuelto a leer, como yo entiendo la lectura, sin duda enriquecimiento pero sobre todo sosiego, buena compañía y … terapia? He recuperado las pequeñas lecturas que me llevan al sueño por la noche y las sesiones largas de lecturas profundas que me llevan a otro mundo, al mío, aquel en que remodelo mi identidad en un proceso permanente de simbiosis con el entorno que me rodea, el pasado aún presente, el real, el virtual y el imaginario que acabará siendo futuro y en que quizá ya no esté pero que ensoñarán otros en otras buenas lecturas.
Otra práctica que me ronda y me apasiona es «la buena conversación» pero de eso hablaré otro día…
Lecturas de interés: Can reading make you happier? en The New Yorker June, 9 2015 y El paraiso interior de Jordi Nadal (y sus lecturas recomendadas…)
Recordatorio: mañana 14 de junio acaba la Feria del Libro de Madrid 2015 … muchos buenos amigos que comparten sus historias con nosotros..
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