Forma parte de nuestra inquietud por el paso del tiempo pararse a hacer un balance que sirva de reflexión sobre el año que dejamos y de enfoque para dedicar tiempo a lo importante en el año que entra. Llevamos varios años destacando lo digital y todo parece indicar que el próximo será sobre todo global y tecnológico. Lo que es indudable es que estamos alcanzando el umbral en el que todo esto deja de ser algo reservado a unos pocos para formar parte de nuestras vidas.
- En este sentido, 2019 puede ser el año en el que la inteligencia artificial empiece a ser una tecnología de uso más general, con lo que acarreará no solo en términos de organización social, sino también de impacto tecnológico.
- También se seguirá a avanzando en el mundo IoT al hilo del despliegue de las redes 5G, que están en el corazón de la guerra tecnológica global y que puede mejorar el funcionamiento de nuestros entornos: smart cities, digital twins, smart homes, smart farms…
- Por último, no hay que perder de vista el desarrollo de blockchain, que puede convertirse en una nueva internet en los próximos años.
Estos retos deben abordarse a nivel individual, pero también a nivel de empresa y de gobierno. Se vio con claridad en el Observatorio Retina que celebramos hace un par de semanas. Sus resultados se publicarán en el próximo mes, pero yo destacaría la importancia hacer pedagogía para que todos comprendamos el alcance del cambio y podamos participar en él.
Para las empresas, todo esto debería formar ya parte de nuestra cultura, por un lado, para incorporar las tecnologías que ya están maduras en nuestros negocios y, por otro, para explorar las emergentes que nos lleven a encontrar nuevas y mejores soluciones, de manera sostenible y comprometida con las personas y el entorno.
Finalmente, estas cuestiones también tienen que permear en la agenda pública. Es necesario que los gobiernos estén preparados para la creación de políticas que conecten con la nueva realidad, y estrategias de país para no quedarse atrás en la guerra tecnológica que protagonizan Estados Unidos y China. Países como Finlandia ya lo están haciendo, pero creo que no será posible hacerlo aisladamente.
En esta vertiente, fue especialmente interesante el debate de Ethic “La era de las máquinas”, en el que participé junto a José Antonio Marina, Andrés Ortega, Pablo Simón, Elena Valderrábano, Marta Peirano, etc., y que se resumirá en un reportaje que estoy deseando leer.
A lo largo del próximo año me propongo profundizar en el conocimiento de las tecnologías, sus aplicaciones y oportunidades. Mi interés por incluir en la agenda este necesario debate para encontrar un nuevo equilibrio entre las personas y las máquinas ya ha empezado desde Relathia y a través de cursos online de organizaciones tan punteras como el MIT.
El mundo del futuro es apasionante pero requiere un esfuerzo colectivo. Seguiremos empujando…