Si atendemos a la repercusión en medios de la Mobile World Congress no cabe duda de que este evento se ha consolidado como cita ineludible de tecnología, yendo más allá del móvil que lo originó para hablar de un concepto más amplio de conectividad inteligente. Es tecnología, son negocios, pero también es geopolítica.
Imagen (Hispasat): En el ecosistema 5G, las redes terrestres y satelitales deben combinarse para garantizar una conectividad permanente.
5G: Más allá del móvil
Como ya comentaba aquí a principio de año, el 5G es la infraestructura habilitante de un salto cualitativo en el avance tecnológico a través del Internet de las cosas y, por lo tanto, de una aplicación más generalizada del que es el desarrollo más relevante en mi opinión: la Inteligencia Artificial.
Todo está cambiando. Empezando por el móvil. El smartphone hace diez años marcó un hito muy relevante, pero estamos trascendiendo de este dispositivo para hablar de un concepto más amplio de conectividad y movilidad con más cantidad de tráfico, más dispositivos conectados y a más velocidad, casi a tiempo real. Desde el coche conectado (que ya conocimos en ediciones pasadas) a ambulancias conectadas con el hospital para mejorar la atención al paciente o a operaciones quirúrgicas en remoto.
Nuevos modelos de negocio híbridos: más allá de las telecomunicaciones
Vivimos en tiempos complejos en los que las cadenas de valor se desintermedian y los roles cambian. Las organizaciones necesitarán dotarse de agilidad y capacidad para construir nuevas propuestas con otros, algunos incluso hasta hace poco enemigos.
Las operadoras buscan cómo crecer explorando su entorno, aliándose con fabricantes de coches, produciendo entretenimiento y trabajando con bancos para desarrollar nuevos sistemas de pagos. Telefónica ya no es lo que fue y cierra acuerdos con Facebook, Amazon y Netflix… Es evidente que las dinámicas han cambiado.
Y todo esto se aplica tanto a empresas como a países e instituciones.
Algo más que tecnología y negocio: la geopolítica es protagonista.
En mi opinión, en el tablero global tendrán ventaja los que tengan una visión más amplia y de largo plazo: no solo contando con las mejores infraestructuras (que deben desplegarse lo antes posible), sino avanzando en todos los desarrollos, dispositivos y aplicaciones para sacar el máximo provecho de esa infraestructura y hacerlo de una manera competitiva.
En eso, Europa juega en desventaja debido a su fuerte fragmentación y a sus políticas de competencia e innovación que en gran medida la alimentan. No se están teniendo en cuenta las nuevas reglas del juego globales, lo que constituye un hándicap para las empresas europeas que sí que tienen que operar en ese contexto.
Y China lleva la delantera, con una fuerte apuesta por el despliegue rápido de 5G (Huawei…) pero también fuertes inversiones en Inteligencia Artificial al tiempo que siguen desarrollando los componentes y dispositivos más competitivos.
Recordemos que en este mundo ya digital, la dinámica imperante es que el primero en llegar se lo lleva todo (“the winner takes it all”) … De ahí la guerra comercial emprendida por EE.UU.
Lecturas recomendadas:
Un congreso para entender el futuro de los negocios. Genis Roca.
Why the German Debate on 5G and Huawei is Critical. GMF
¿Qué es 5G (más allá de un argumento comercial)? Xavier Vilajosana. El País.
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